El domingo 3 de noviembre tuvimos una misa con Mariano Puga en la casa de los papás. Tocó el evangelio de Zaqueo.

Lc.19,1ss: “Habiendo entrado en Jericó, atravesaba la ciudad. Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico. Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura. Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí. Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa. Se apresuró a bajar y le recibió con alegría. Al verlo, todos murmuraban diciendo: Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador. Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo. Jesús le dijo: Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.”
Mariano nos dijo que no predicaría y nos daría el mismo tratamiento que a sus parientes en Zapallar: después de la lectura silencio.
Con todo, al rato tuvimos una intensa conversación sobre la actitud de Zaqueo.
Estaban el Toco y la Carlota de visita y fue un gran gusto compartir con ellos. También llegó la Vero Salas y su marido Manuel. Llegó tambien una compañera de trabajo de la Caio. La también Flor se integró a la misa. Gonzalo había llegado esa mañana desde China y vino junto a la Mari, la Clarita y Antonio. Loreto y yo habíamos llegado esa mañana de NY. La Tere sacó las fotos y la Caio estuvo muy emocionada,
El papá y la mamá estuvieron muy contentos,
El almuerzo estuvo muy conversado y la sobremesa duró varias horas. Quedamos en repetir el encuentro en un año.